Dos veces al año, los residentes de Florida deben lidiar con la temida presencia de unos molestos insectos. Se les conoce popularmente como «Lovebugs» y se posan en la superficie de los carros u otros objetos, causando no solo incomodidad por su acumulación, sino tambien daños en estas superficies.
Los lovebugs o «insectos del amor», son una especie de mosca de nombre Plecia nearctica. La razón por la que se les ve con mucha más frecuencia es porque acaba de iniciar su temporada de apareamiento.
Estos insectos inician su etapa de procreación dos veces al año. La primera, durante los meses de abril y mayo, y nuevamente en agosto y septiembre. El proceso puede durar unas cuatro semanas, por lo que es normal que se vuelvan más notorios.
Durante esos días, es posible observar residuos ácidos de «amor» que dejan estos animalitos al aparearse. La queja más frecuente es que se posan en los parabrisas o ciertas partes de los vehículos y dañan la pintura.
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Una vez que aparecen estos insectos para comenzar a reproducirse no existe una forma de mantenerlos alejados de los autos. Es por eso que al no existir un producto que pueda evitar su incómoda presencia, las indicaciones están enfocadas en una limpieza oportuna.
Según el portal Herald-Tribune, es necesario lavar rápidamente los residuos que dejan los lovebugs sobre los carros para evitar que se acumulen.
Es importante tener materiales de limpieza a la mano, para hacer pulituras frecuentes y que sea más difícil para estos insectos pegarse a la superficie del vehículo.
Se recomienda también usar toallitas para secadora, champú para bebés, agua oxigenada, entre otros «remedios caseros» para quitarlos. Sin embargo, esto se debe hacer con extrema precaución ya que alguna de estas soluciones pudiera dañar el acabado del automóvil.
¿Los lovebug fueron creados para un experimento?
Debido a la molesta plaga que representan los Lovebugs durante su temporada de apareamiento, han surgido distintos mitos sobre de ellos.
El rumor más conocido es que estos insectos fueron creados por la Universidad de Florida como un experimento para controlar a los mosquitos.
A pesar de que esta teoría ganó mucha popularidad, el Museo y Centro de la Naturaleza Crowley lo desmintió rotundamente.
«Si la ciencia hubiera avanzado al nivel de ser capaz de crear un organismo que se alimenta y reproduce con éxito, ¿realmente crees que sería un insecto del amor?» escribió el centro en un post de Facebook.
Según el centro, los lovebugs ni siquiera comen mosquitos, sino que se alimentan del néctar de las flores como otros polinizadores, algo que beneficia al medio ambiente.
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