(CNN) — La Corte de Apelaciones del Noveno Circuito de EE.UU. está investigando una acusación de mala conducta contra un juez federal que le llamó la atención a una niña de 13 años que estaba en la galería de espectadores de la audiencia de revocación de libertad supervisada de su padre y la hizo esposar y ponerla en el estrado del jurado, según documentos judiciales.
El juez de la corte federal de distrito, Roger Benítez, detuvo una audiencia el 13 de febrero en San Diego para llamarle la atención a la hija adolescente del acusado, quien asistía por primera vez a una de las audiencias de su padre, según un memorando de sentencia presentado por los abogados del acusado, que citaba una transcripción de las actuaciones.
Antes del incidente, el acusado le dijo al juez que planeaba irse del área una vez que lo liberaran y expresó su preocupación de que su hija saliera con las personas equivocadas.
Minutos después, Benítez ordenó a un alguacil que esposara a la niña, que había estado llorando, y le dijo que se sentara en el estrado del jurado, según el memorando, que se presentó el 23 de febrero. Ella siguió sollozando, dice el documento.
Hubo una larga pausa, según el documento, y luego Benítez hizo que un alguacil le quitara las esposas a la niña. Pero antes de permitirle volver a su asiento, regañó a la niña, la llamó “una jovencita terriblemente linda” y le advirtió que si no se alejaba de las drogas terminaría esposada, según documentos judiciales.
“Creo que la intención era avergonzarla o humillarla”, dijo Michele McKenzie, abogada que representa a la niña y a su madre. “Creo que ese fue el mensaje muy claro que le envió alguien con una tremenda cantidad de poder”.
Benítez aún no ha respondido a la solicitud de comentarios de CNN.
El asistente administrativo del juez le dijo al San Diego Union-Tribune en un correo electrónico que el juez “lamenta que no se le permite comentar sobre asuntos pendientes ante el tribunal”.
La niña asistió con su tía y un amigo de la familia para mostrar su apoyo a su padre durante una audiencia en la que planeaba admitir violaciones a su libertad supervisada y ser sentenciado a 10 meses de prisión. El memorándum de sentencia recién presentado le pide a la corte que considere el tiempo cumplido por el padre como su sentencia.
McKenzie se negó a compartir el nombre de la niña, una estudiante de séptimo grado, para proteger su identidad.
“Se siente mal y la hicieron sentir mal, aunque no ha hecho nada malo”, dijo McKenzie en una entrevista telefónica con CNN. Las acciones de Benítez están “realmente fuera de contacto con la realidad”, dijo McKenzie. “Muestra una total falta de comprensión de lo que están pasando las familias, en particular los hijos de quienes están en el sistema de justicia penal”.
La jueza Dana Sabraw del Distrito Sur de California se comunicó con el tribunal superior el 17 de febrero por las acusaciones. Mary Murguia, la jueza principal del Noveno Circuito, dijo en una orden presentada este martes que revisó las transcripciones de la corte e identificó una denuncia.
Es probable que la revisión de mala conducta tome semanas o meses. Por lo general, el consejo judicial del Noveno Circuito asignaría un comité especial para revisar, evaluar y emitir una recomendación basada en sus hallazgos, dijo Scott Cummings, profesor de ética legal en UCLA. Cualquier castigo podría incluir la censura o incluso la suspensión del juez.
McKenzie dijo que la humillación de su cliente fue pública.
“Como mínimo, el Noveno Circuito debería censurarlo públicamente”, dijo McKenzie, y agregó que las acciones del juez “envían un mensaje de que incluso al asistir a una audiencia, el público podría ser un objetivo”.
“También creo que las disculpas ayudan mucho”, dijo McKenzie.
Cummings llama a este incidente algo“sin precedentes” en sus 20 años como profesor de ética legal. “Nunca había oído hablar de algo como esto: apuntar a una niña pequeña que está allí para apoyar al acusado”, dijo Cummings.
Desde octubre de 2021 hasta septiembre de 2022, hubo 1.520 denuncias contra jueces federales, según datos de tribunales federales. La mayoría de las denuncias contra los jueces federales fueron presentadas por reclusos y otros litigantes.
Al calificar las acciones de Benítez como “un acto deshonesto de un juez en particular”, Cummings dijo que duda que involucrar al público en audiencias como esta sentaría un precedente.
“Sería peligroso y perjudicial para el sistema judicial y el Estado de derecho”, dijo.
Dijo que es apropiado cuestionar si Benítez está en condiciones de escuchar más casos. Benítez fue nominado para su puesto actual en 2003 por el presidente George W. Bush.
Benítez finalmente fue confirmado por el Senado de Estados Unidos en 2004 con una votación de 98 a 1, y solo el Senador Dick Durbin, demócrata de Illinois, votó en contra.
