Meirivone es una influencer brasileña que se hizo famosa en 2021 por estar casada con un muñeco de trapo al que ha llamado Marcelo.
La ‘pareja’ ya tiene tres hijos, también de trapo por supuesto. Son una ‘familia’ en todos los sentidos porque Marcelo y la influencer pasaron por el altar en una ceremonia con 250 invitados.
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“Durante la pandemia hacía directos en redes sola, bailando y ahí surgió la idea de pedirle a mi madre que hiciese un muñeco de trapo. Cuando lo hizo, fue amor a primera vista cuando vi a Marcelo, mucho amor”, contó.
Su relación ha pasado por altibajos como la de cualquier pareja de carne y hueso e incluso ha habido infidelidades. “Me llamó una amiga y me dijo que vio a Marcelo entrando en un motel con una mujer. Castigué a Marcelo durmiendo tres días en el sofá. Él lo negó, que era una mentira de mi amiga porque tenía envidia de nosotros, entonces le perdoné porque le amo mucho”, explicó.
Muchos usuarios de las redes sociales opinan que la mujer tiene un problema de salud mental pero ella defiende que, junto a Marcelo, con el que se comunica “con la mirada”, ha construido “una familia unida”. Según ella, el muñeco de trapo “es un marido que vale por diez hombres” que “acepta todo” lo que ella le pide a diferencia de su última pareja, una persona real que tenía dos hijos.
Los presentes en ‘La vida sin filtros’ no daban crédito a la historia de Meirivone, que además tilda a Marcelo de discapacitado. “La relación y el día a día es igual que el de otras familias, a diferencia de que ellos dan más trabajo que todos los demás porque Marcelo es discapacitado, no tiene pies, Marcelino es enano y las niñas también se sospecha de enanismo”, ha explicado.
La brasileña ha confesado que pese a que mucha gente no entienda su ‘relación’ con Marcelo, ella va a luchar por mantener su ‘familia’. “Hay mucho amor” dijo.
Marcelo y la influencer pasaron por el altar en una ceremonia con 250 invitados y ‘tienen tres hijos’, también de trapo.
Las redes sociales son el nido de muchas historias surrealistas pero la de Mierivone se lleva la palma.
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