Se tenía la expectativa que desde el próximo año escolar, por una orden ejecutiva, el gobierno estatal de Nueva York iba a prohibir el uso de teléfonos inteligentes en las escuelas públicas, eso al parecer está en pausa. Luego de una gira de la gobernadora Kathy Hochul, por varios distritos escolares, la controversial medida deberá esperar una legislación más concertada para 2025.
En la práctica, cada escuela tiene ahora mismo, la libertad de aplicar medidas de acuerdo a sus experiencias particulares.
“Estudiamos las órdenes ejecutivas, y la forma más efectiva y adecuada de hacerlo es a través de una norma más amplia analizada por la Legislatura. Ahora mismo, no hay ninguna razón por la que cada distrito escolar del estado, no pueda actuar por su cuenta“, comentó la mandataria a medios locales.
Muchas escuelas en todo el estado, tienen políticas individuales, que buscan abordar el uso de teléfonos celulares en sus aulas.
Por el resto de este año, el ejecutivo estatal recopilará perspectivas sobre los éxitos y desafíos observados en varias escuelas en todo Nueva York, en función del mosaico actual de políticas escolares individuales.
NYC en suspenso
Ante esta decisión de legislar desde una perspectiva más amplia sobre el uso de esta tecnología asociada con adicciones y problemas de salud mental, también entra en suspenso si el Departamento de Educación de la Ciudad de Nueva York (DOE) dará un primer paso.
Antes del inicio de estas vacaciones escolares, el canciller de escuelas, David Banks dijo que el anuncio de una prohibición general en el distrito escolar más grande del país se conocería antes del otoño.
Cada escuela en la Gran Manzana tiene normas distintas.
En algunos casos, los estudiantes son obligados a mantener estos equipos apagados o en cartuchos especiales, durante las sesiones de clase o exámenes. Pero pueden usarlo durante el recreo y otras actividades.
Como observan coaliciones educativas, cualquier prohibición que venga en camino, tendría que abordar no sólo la logística a nivel escolar de recolectar o almacenar teléfonos celulares en algún lugar de la escuela, sino también las preocupaciones de los padres, quienes a menudo son los principales infractores al contactar a los niños durante el día escolar.
Los profesores de acuerdo
Según una encuesta de Pew Research, el 72% de los maestros de secundaria de todo el país, dicen que la distracción de los estudiantes con teléfonos celulares, “es un problema importante” en sus aulas.
Muchas escuelas y distritos del país, han exigido a los estudiantes que apaguen sus teléfonos durante la clase, o se los entreguen a los administradores durante la jornada escolar.
En general, el 82% de los profesores de K-12 en los EE. UU. dicen que su escuela o distrito tiene algún tipo de política de teléfonos celulares.
Los profesores de secundaria (94%) son especialmente propensos a decir esto, seguidos por los profesores de primaria (84%) y secundaria (71%).
Adolescentes ven beneficios en usarlos
Aun así, casi todos los adolescentes estadounidenses de entre 13 y 17 años (95%), dicen que tienen acceso a un teléfono inteligente, según una encuesta independiente citada por Pew Research de 2023.
Aunque los analistas y profesores ven terribles desventajas en los teléfonos inteligentes, los adolescentes tienden a ver estos dispositivos, como algo más positivo que negativo en sus vidas.
Una serie de encuestas mostradas por Pew Research expone que la mayoría de los adolescentes, dicen que los beneficios de los teléfonos inteligentes, superan los daños para las personas de su edad.
Siete de cada diez estudiantes de entre 13 y 17 años dicen que hay más beneficios que daños para las personas de su edad que usan teléfonos inteligentes, mientras que tres de cada diez dicen lo contrario.
También se detalla que el 45% de los alumnos, dice que los teléfonos inteligentes, facilitan que las personas de su edad, tengan un buen desempeño en la escuela, en comparación con el 23% que dice que lo dificultan. Otro 30% dice que los teléfonos inteligentes no afectan su éxito en la escuela.
Más pobre, más teléfono
36% de los padres de adolescentes que residen en códigos postales de muy alta pobreza es más probable que informen que su hijo “usa demasiado las redes sociales”, en comparación con los padres de los niños de localidades de baja pobreza. Hay hasta un 30% de diferencia entre quienes residen en códigos postales de muy alta y baja pobreza. Estos datos se derivan del Informe de Redes Sociales y Salud Mental publicado por la Ciudad de Nueva York.
ELDIARIONY