El canal de Sarandí, a las afueras de Buenos Aires, apareció esta semana de un color rojo intenso, alarmando a los vecinos.
Este afluente desemboca en el estuario del Río de la Plata y atraviesa una zona industrial de fábricas textiles y de procesamiento de cuero a unos 10 kilómetros de la capital argentina.
Los medios de comunicación locales sugirieron que el color podía deberse al vertido de tintestextiles o a residuos químicos de un depósito cercano.
El Ministerio de Medio Ambiente informó en un comunicado de que se habían tomado muestras de agua del canal de Sarandí para determinar la causa del cambio de color.
Silvia, una vecina de la zona, aseguró al canal de noticias local C5N que, aunque ahora se ha vuelto rojo, “otras veces era amarillo, con un olor ácido que nos enferma hasta la garganta”.
Otra residente, Maria Ducomls, dijo a la AFP que las industrias de la región vierten residuos en el agua, y afirmó que en el pasado la había visto de diferentes colores: “azulada, un poco verde, rosa, un poco lila, con grasa encima”.