MIAMI.- Cerca de un centenar de dueños de restaurantes y simpatizantes acudieron a Biscayne Boulevard, en el centro de Miami, para protestar las nuevas restricciones implementadas por Miami-Dade para contrarrestar el contagio de coronavirus en espacios cerrados.
“Alrededor de 35 o 40 empleados se quedarán sin trabajo otra vez”, señaló Jorge Llapur, copropietario de Cuban Guys Restaurants, que cuenta con cuatro locales en el sur de Florida.
Dos de esos restaurantes “tienen espacio para servir mesas afuera pero no es suficiente para pagar los gastos y nómina. Además, quién va a venir a comer con este calor y esta humedad que hay en Miami. Los clientes no disfrutan yendo a un restaurante a comer bajo esta sauna”, aseveró.
Llapur propone al alcalde Giménez “rastrear los nuevos. Saber de dónde vienen. Y si nos prueban que vienen de los restaurantes, yo sería el primero en cerrar el local”.
Por otra parte, Sofía, camarera de Old Lisbon, en Coral Way, argumentó: “Primero cerramos los restaurantes durante dos meses y perdimos nuestros empleos. Aún el estado no me ha pagado la primera quincena por desempleo, y cuando pensé que comenzaba a recuperar mi trabajo, me dicen que tengo que irme a casa porque el restaurante no tiene terraza, espacio a la intemperie, para poder funcionar”.
Félix R. López, presidente de MenuAds Inc., que reúne a más de 40 de estos locales comerciales en Miami-Dade, organiza una recogida de firmas en la plataforma Change.org en Internet.
“Los restaurantes atraviesan una grave crisis. Se llegó a un acuerdo con los gimnasios, y creo firmemente que se debe llegar a otro con los restaurantes”,
“Los restaurantes no son el problema, así que no los castigue como parte de una decisión precipitada en su búsqueda para encontrar una solución temporal”, subrayó.
La nueva orden condal, que entró en vigor el jueves 9, limita las funciones de restaurantes a entrega y distribución de comidas, así como servicio de mesa al aire libre entre 6 a.m. y 10 p.m.
De esta manera, queda prohibido, hasta nuevo aviso, el uso de salones regulares encerrados, donde la circulación de aire no es libre.
No obstante, el alcalde de Miami-Dade, Carlos Giménez, plantea que la nueva orden “solo pretende evitar la probabilidad de contagio en lugares cerrados”, cuando las personas se sientan a la mesa y se descubren nariz y boca para consumir.
Según un nuevo informe médico, dictado por la Organización Mundial de la Salud, “la transmisión del virus es posible a través del aire”, no solo por contacto directo, “especialmente en locales cerrados, mal ventilados”.
Entretanto, la autoridad estatal de Salud en Florida reporta alrededor de 2.000 nuevos casos de contagios diariamente en Miami-Dade y los hospitales comienzan a saturarse de pacientes cuando la ocupación en unidades de cuidados intensivos oscila entre el 80 y el 90% de capacidad.
Fuente; diariolasamericas.com