El primer congresista dominico-americano por el distrito 13 de New York narró sus experiencias sobre racismo y desigualdad, a su vez criticó los disturbios que han penetrado las manifestaciones pacíficas.
MIAMI – “La comunidad dominicana en Estados Unidos condena el asesinato de George Floyd, pero también condena saqueos de los pequeños negocios en el Bronx y otros lugares. Hubo elementos oportunistas que quisieron sacar ventajas a las marchas o las protestas pacíficas, pero los saqueos del Bronx no tuvieron que ver nada con las protestas, fueron actos criminales aislados y organizado de una manera muy sofisticada”, definió en congresista federal (D), dominicoamericano, Adriano Espaillat.
En entrevista concedida a DIARIO LAS AMÉRICAS desde New York, el legislador reafirmó su compromiso en la defensa de la igualdad de derechos e identidad de comunidades afrolatinas y afroamericanas. Dijo estar de acuerdo con protestas pacíficas por parte de la sociedad civil y organizaciones y tras la muerte del hombre afroamericano que falleció tras ser víctima de un acto de violencia policial en Minneapolis el 25 de mayo. Asimismo, mostró su rechazo al racismo y abogó por un mejor trato policial para las comunidades, basados siempre en el respeto mutuo y sin alteraciones del orden establecido.
“El racismo no tiene fronteras”, definió el congresista. Como hemos visto, tras esta muerte que ha provocado una reacción mundial, en Europa, Australia, Latinoamérica y los estados dentro de Estados Unidos, ello deja ver que este flagelo no es solo exclusivo de nuestra nación norteamericana.”
Espillat asegura que “vivió en carne propia el racismo”, cuando en sus años de juventud en Nueva York, “un oficial policial” le ordenó detenerse sin motivos en momentos en que llevaba a su pequeña hija al colegio a las 8 de la mañana. “La niña atemorizada y preocupada, insistía en que me fijara que el policía se acercaba con un arma en la mano.”
Relata que otro hecho ocurrió frente al Capitolio en Albany. “Estando frente a la sede en mi calidad de asambleísta, fui ordenado a parar por un policía que, después de mostrarle mi identificación oficial, dijo, que le dejara ver nuevamente el documento. Esos hechos son manifestaciones de discriminación y racismo, una condición ya establecida en la mente de otros seres humanos que discrimina en contra de otros. Los dominicanos no hemos sido centrados inter racista ni tampoco los latinos.”
“Naturalmente, también nos paran por la manera en que lucimos para pedirnos los papeles”, subrayó el congresista.
“Hasta por el nombre he visto estos casos. Se de personas que aplicaron para beneficios de desempleos y puedo especular que, por sus apellidos y nombres, le han pedido documentos de su estatus legal en Estados Unidos, aun proveyéndole su número de seguro social. Yo creo que eso es también discriminación”, enfatizó.
Impulsando Leyes desde el Congreso
Espaillat asegura que está impulsando “El Manifiesto de Harlem”, una propuesta sometida en el Congreso, el cual refiere “tiene 10 puntos de legislación federal y políticas públicas que pretende reformar dramáticamente los Departamentos de Policías en los Estados Unidos.”
“Por ejemplo la Ley HR4408, propone eliminar el uso de tácticas bruscas como, estrangulamiento o uso de rodilla en el cuello como métodos de aplicación de la Ley y lo penaliza.”
“Otro proyecto es el uso de la cámara por parte de la Policía y no solo eso, sino determinar cuándo deben usarse y cuando apagarlas, ya que muchas veces los agentes llevan las cámaras, pero no las encienden. También reclama el acceso a la data (fílmicas) de lo que han grabado. Otro tema es eliminar el perfil racial, eliminar tácticas y políticas que conllevan a la aplicación de ese criterio, entre otras leyes.”
El Congresista vislumbra que el mejoramiento de las relaciones entre comunidad y policía dependerá del entrenamiento que las fuerzas policiales reciban para hacer su labor más flexible. “Crear un sistema donde el policía sea un mediador, porque este siempre va a responder a un llamado donde existe un conflicto y en muchas oportunidades, un conflicto violento. De manera que ellos deben tener el entrenamiento que los convierta en un mediadores del problema y no para escalar la situación a otro nivel”, enfatizó Espaillat.
Por Rose Mary Santana
Especial
@rosemarysant2