El coronavirus sigue acechando especialmente a Florida, que se ha convertido en el epicentro de la pandemia en Estados Unidos con récords de contagios y hospitalizaciones. La situación no parece mejorar, especialmente porque el gobernado Ron DeSantis no ha implementado ninguna medida para frenar el brote.
Los primeros afectados por esta situación son los sanitarios y equipos de emergencia que están al frente de esta batalla y las consecuencias de este letal virus se está viendo ahora, cuando se ha sabido que en la última semana cinco policías del sur del estado han muerto por complicaciones con el Covid-19.
El oficial de policía de Miami Beach, Edward Pérez, que había trabajado durante un cuarto de siglo como agente en la ciudad también perdió la vida “después de una batalla con Covid, dejando atrás a una esposa y a una hija adorables”.
Robert Williams, otro policía de West Palm Beach, también murió el lunes después de haberse contagiado y “haber experimentado complicaciones”. Llevaba en el departamento desde 2001 y deja a su esposa y a sus hijos.
El agente de la Patrulla de Carreteras de Florida, Lázaro R Febles, “murió por complicaciones debido al Covid-19” el 14 de agosto.
Por último, la oficial de policía de Fort Lauderdale, Jennifer Sepot, también murió el mismo día tras contraer el virus y sufrir complicaciones. Sepot estuvo en el departamento desde 2017 y le sobreviven su esposo y su hijo pequeño.
Al menos 103 agentes han perdido la vida por Covid-19 en Estados Unidos y ya se ha convertido en la principal causa de muerte entre la policía de la nación, según el Officer Down Memorial Page.
la opinion